Everything that exists has a vibration and a purpose to fulfill in this existence. Today Job’ Kej brings us this awareness, it reminds us that before entering a mountain we must ask permission to its guardian energy, that before cutting the branch of a plant we must thank it for its medicine, that before picking a stone from the earth or drinking crystaline water from the river we must talk to its spirit, ask its permission, thank its power. Let us listen to and honor nature, let us not forget that she is not for us, but part of us.
Ajaw Kej represents calmness, balance, and harmony; it is the spirit of the forests, mountains, and hills, the guardian of nature. Its wisdom comes to remind us that we are an expression of Mother Earth, that our destiny and evolution are linked to hers. This Ch’umil urges us to return to a simple and harmonious existence, to live in balance and connection with nature, with the prime elements, with its energy that gives us life, nourishes us, sustains us, and activates our power. Kej is the connection with the millenary wisdom that Mother Earth brings, it is the learning and healing that comes from her. This Ch’umil also represents balance, it is the deer that has a leg in each of the four cardinal points, it is the four pillars that support the Sky and Earth, the energy that maintains the balance between human beings and Mother Earth. Number 5 brings the energy of action, its power elevates us and allows us to attract everything we need for life.
Cada cosa que existe tiene una vibración y un propósito que cumplir en esta existencia. Hoy Job’ Kej nos trae esa consciencia, nos recuerda que antes de adentrarnos en una montaña debemos pedir permiso a su guardián, que antes de cortar la rama de una planta debemos agradecerle por su medicina, que antes de recoger una piedra de la tierra o de beber agua cristalina del río debemos hablar con su espíritu, pedir su permiso, agradecer su poder. Escuchemos y honremos a la naturaleza, no olvidemos que ella no es para nosotros, es parte de nosotros.
Ajaw Kej representa la calma, el balance y la armonía; es el espíritu de los bosques, las montañas y los cerros, el guardián de la naturaleza. Su sabiduría viene a recordarnos que somos una expresión de la Madre Tierra, que nuestro destino y evolución están ligados a ella. Este Ch’umil nos impulsa a retornar a una existencia simple y armónica, a vivir en balance y conexión con la naturaleza, con los elementos primigenios, con su energía que nos da vida, que nos nutre, sostiene y activa nuestro poder. Kej es el conectarnos con los milenarios saberes que nos ofrece la Madre Tierra, es el aprendizaje y sanación que surge de ella. Este Ch’umil representa también el equilibrio, es el venado que tiene una pata en cada uno de los cuatro puntos cardinales, es los cuatro pilares que sostienen el Cielo y la Tierra, es la energía que guarda el balance entre el ser humano y la Madre Tierra. El número 5 trae la energía de la acción, su poder nos eleva y nos permite atraer todo aquello que necesitamos para la vida.
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