This day brings us the teaching of forgiveness as a way to heal our being. Ajmaq is a Ch’umil that symbolizes both forgiveness and curiosity, it is that curiosity which opens space for new knowledge, that allows us to create new realities. Its energy teaches us that every knowledge and experience acquired is learning and development. Today it converges with number 11, a power that drives our evolution through the experiences and challenges that life brings us. The fusion of these energies reminds us that our mind develops depending on the thoughts we feed it, the knowledge with which we nurture it, and the experiences we have. Our neurons make connections that shape our perception of life. The way in which we grew up, the beliefs and thoughts we learned from our environment, have had an impact on the way we conceive the world, they may even have caused us to create behaviors that in theory protect us from pain or suffering, but in reality they halt us from expressing our true selves or finding the freedom of our being. Today 11 Ajmaq speaks to us about developing a new way of seeing life, of being connected to everything but attached to nothing, of seeking to become again what we were in our origin, of returning to our pure essence. It speaks about doing the work of forgiving our being, our inner child, and from that healing of ourselves, from that forgiveness, to then through its innate curiosity nourish ourselves with the experiences and knowledge that allow the expansion of our consciousness and our development in every sense. To revolutionize the way in which we perceive life.
Este día nos trae la enseñanza del perdón como una forma de sanar nuestro ser. Ajmaq es un Ch’umil que simboliza tanto el perdón como la curiosidad, es esa curiosidad que abre espacio a nuevos conocimientos, que nos permite crear nuevas realidades. Su energía nos enseña que cada saber y experiencia adquirida es aprendizaje y desarrollo. Hoy converge con el número 11, un poder que impulsa nuestra evolución a través de las vivencias y desafíos que nos trae la vida. La fusión de estas energías nos recuerda que nuestra mente se desarrolla dependiendo de los pensamientos que alimentamos, del conocimiento del que nos nutrimos, de nuestras experiencias. Nuestras neuronas hacen conexiones que dan forma a nuestra percepción de la vida. La forma en que crecimos, las creencias y pensamientos que aprendimos de nuestro entorno han tenido un impacto en la forma en la concebimos el mundo, pueden incluso haber provocado que creáramos conductas que en teoría nos protegen del dolor o el sufrimiento, pero que en realidad no nos permiten expresar nuestro verdadero yo o encontrar la libertad de nuestro ser. Hoy 11 Ajmaq nos habla de desarrollar una nueva forma de ver la vida, de estar conectados a todo pero apegados a nada, de buscar volver a ser lo que éramos en nuestro origen, de regresar a nuestra esencia pura. Nos habla de hacer un trabajo de perdón a nuestro ser, a nuestro niño interior, y a partir de sanarnos, de perdonarnos, usar su curiosidad innata para nutrirnos de las experiencias y conocimientos que posibilitan la expansión de nuestra consciencia y nuestro desarrollo en todo sentido, de revolucionar la manera en la que percibimos la vida.
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