Ajaw Kej represents calmness, balance, and harmony; it is the spirit of the forests, mountains, and hills, the guardian of nature. Its wisdom comes to remind us that we are an expression of Mother Earth, that our destiny and evolution are linked to hers. This Ch’umil urges us to return to a simple and harmonious existence, to live in balance and connection with nature, with the prime elements, with its energy that gives us life, nourishes us, sustains us, and activates our power. Kej is the connection with the millenary wisdom that Mother Earth brings, it is the learning and healing that comes from her. This Ch’umil also represents balance, it is the deer that has a leg in each of the four cardinal points, it is the four pillars that support the Sky and Earth, the energy that maintains the balance between human beings and Mother Earth. Number 11 brings learning and growth, its energy provokes the perfect experiences for our evolution.
Every being is part of the energy of the planet, we are interconnected with everything around us; with the universe, with nature. Since humanity has separated, since we failed to understand our interconnectedness and have detached from Mother Earth, an imbalance has been created, we have gone astray. 11 Kej reminds us of the importance of re-cultivating our relationship with nature. Let us remember that we are linked and that our actions impact everyone, that our individual learning expands to become a collective learning. Let us return to Mother Earth, let us return to her balance and wisdom, to the joint evolution.
Ajaw Kej representa la calma, el balance y la armonía; es el espíritu de los bosques, las montañas y los cerros, el guardián de la naturaleza. Su sabiduría viene a recordarnos que somos una expresión de la Madre Tierra, que nuestro destino y evolución están ligados a ella. Este Ch’umil nos impulsa a retornar a una existencia simple y armónica, a vivir en balance y conexión con la naturaleza, con los elementos primigenios, con su energía que nos da vida, que nos nutre, sostiene y activa nuestro poder. Kej es el conectarnos con los milenarios saberes que nos ofrece la Madre Tierra, es el aprendizaje y sanación que surge de ella. Este Ch’umil representa también el equilibrio, es el venado que tiene una pata en cada uno de los cuatro puntos cardinales, es los cuatro pilares que sostienen el Cielo y la Tierra, es la energía que guarda el balance entre el ser humano y la Madre Tierra. El número 11 trae aprendizaje y crecimiento, su energía provoca las experiencias perfectas para nuestra evolución.
Cada ser forma parte de la energía del planeta, estamos interconectados con todo lo que nos rodea; con el universo, con la naturaleza. Desde que la humanidad se ha separado, desde que hemos dejado de comprender nuestra interconexión y nos hemos alejado de la Madre Tierra, se ha creado un desbalance, hemos desviado el camino. 11 Kej nos recuerda la importancia de volver a cultivar nuestra relación con la naturaleza. Recordemos que estamos vinculados y que nuestras acciones impactan a todos, que nuestro aprendizaje individual se expande a un aprendizaje colectivo. Retornemos a la Madre Tierra, retornemos a su equilibrio y sabiduría, a la evolución conjunta.
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