Aj is the sign that shapes this reality, it is the fountations and the energetic force that hold the essence of everything. The magic of this Ch’umil gives us the vision of this manifestation, that vision with which, through each of our senses, we perceive everything that surrounds us. Aj is the magical power and the spiritual law, its energy expresses the magic of the sacred spaces; it is the rod of power, the Pisom Q’aq’al -Sacred Pouch of the Ajq’ij-, it is the physical body as an altar of our spirit and as the tool that allows us to perceive, create and experience our reality. It is spiritual growth and divine justice. Number 7 symbolizes the balance and harmony that we must achieve, its force drives us to harmonize our being. The confluence of these two energies teaches us that knowing ourselves is the key to finding balance in every aspect of life, that our being has a great capacity to regenerate and rise again, but we must take the time and responsibility to know ourselves. We all have an innate ability to activate our highest potential and find inner balance, but we need to be aware, to be open to learn who we are, to understand how our being works, not only on the physical level, but to understand our whole essence; physical, mental, emotional, and spiritual. The energies of this day open our mind to this understanding, its essence allows us to develop in this dimension, activate our capacities to the maximum and project ourselves towards higher levels of consciousness.
Aj es el signo que da forma a esta realidad, es los ciemientos y la fuerza energética que sostienen la esencia de todo. La magia de este Ch’umil nos la da la visión de esta manifestación, esa visión con la que percibimos a través de cada uno de nuestros sentidos todo lo que nos rodea. Aj es el poder mágico y la ley espiritual, su energía expresa la magia de los espacios sagrados; es la vara de poder, es el Pisom Q’aq’al, Envoltorio Sagrado del Ajq’ij, es el cuerpo físico como altar de nuesto espíritu y como la herramienta que nos permite percibir, crear y experimentar nuestra realidad, es el crecimiento espiritual y la justicia divina. El número 7 simboliza el balance y la armonía que debemos alcanzar, su fuerza nos impulsa a armonizar nuestro ser. La confluencia de estas dos energías nos enseña que el conocernos a nosotros mismos es la clave para encontrar el equilibrio en cada aspecto de la vida, que nuestro ser posee una gran capacidad para regenerarse y resurgir, pero debemos tomar el tiempo y la responsabilidad de conocernos. Todos poseemos una capacidad innata para activar nuestro más alto potencial y encontrar el equilibrio interior, por lo que debemos estar concientes, abrirnos a aprender de nosotros mismos, entender como funciona nuestro ser, no solo en el nivel físico, sino comprender nuestra esencia completa; física, metal, emocional y espiritual. Las energías de este día abren nuestra mente a este entendimiento, su esencia nos permite desarrollarnos en esta dimensión, activar nuestras capacidades al máximo y proyectarnos hacia niveles más elevados de conciencia.
- KEB’ E ~ Today’s Ch’umil - December 30, 2024
- JUN B’ATZ’ ~ Today’s Ch’umil - December 29, 2024
- OXLAJUJ TZ’I’ ~ Today’s Ch’umil - December 28, 2024