The energy of Aj, which symbolizes our physical body as the temple of our spiritual being, reminds us today that in order to grow towards the cosmic, towards the spiritual, we must first strengthen our roots, our inner being. The trecena of Iq’ invites us to be aware of what we think and say, for our thoughts and words are a reflection of our inner state. Let us breathe, become aware, and work on our inner self so that our being reflects gratitude, love, and compassion, so that our words and thoughts transmit our inner beauty.
Aj is the power that brings us spiritual strength. This Ch’umil represents the pillars of inner force, it is the channel that connects us to the cosmos and earth, that unites us to the whole so that we can flow in synchrony with life. It is our spine, the structures of our body and of our home, it is the energetic foundation that sustains the essence of everything, that holds creation and our reality. Aj is the magical power and spiritual law, its energy expresses the force of sacred spaces, of our physical body as the altar of our spirit and as the tool that allows us to perceive, create, and experience reality. It is the triumph over all evil, the capacity we have to regenerate ourselves. Number 12 brings the energy of community and sharing,it is a force that allows us to harmonize our relationships.
La energía de Aj, que simboliza nuestro cuerpo físico como templo de nuestro ser espiritual, nos recuerda hoy que para crecer hacia lo cósmico, hacia lo espiritual, primero debemos fortalecer nuestras raíces, nuestro ser interior. La trecena de Iq’ nos invita a ser conscientes de lo que pensamos, de lo que decimos, pues nuestros pensamientos y palabras son un reflejo de nuestro estado interior. Respiremos, tomemos conciencia, trabajemos en nuestro interno para que nuestro ser refleje gratitud, amor, compasión, para que nuestras palabras y pensamientos transmitan nuestra belleza interior.
Aj es el poder que nos da la fuerza espiritual. Este Ch’umil representa los pilares de fortaleza interior, es el canal que nos conecta al cosmos y la tierra, que nos une al todo para que fluyamos en sincronía con la vida. Es nuestra columna vertebral, las estructuras de nuestro cuerpo, de nuestro hogar, es los cimientos energéticos que sostienen la esencia de todo, que sostienen la creación y nuestra realidad. Aj es el poder mágico y la ley espiritual, su energía expresa la fuerza de los espacios sagrados, de nuestro cuerpo físico como altar del espíritu y como la herramienta que nos permite percibir, crear y experimentar nuestra realidad. Es el triunfo sobre toda la maldad, la capacidad que tenemos para regenerarnos. El número 12 trae la energía de la comunidad y el compartir, es una fuerza que nos permite armonizar nuestras relaciones.
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