The Aq’ab’al trecena speaks to us of the great potential that exists both in the deepest darkness and in the brightest light, for these two energies are essential to each other, they complement one another, and they are both part of us to make us the whole and perfect beings that we are. Aq’ab’al reminds us that light and darkness are each in its own way powerful teachers, there is nothing wrong with one of them. On this day, the energy of Kan, the Ch’umil that elevates everything to its highest potential, enables us to be aware of the growth that comes from our emotions, from our energy, and from the way we perceive things. Kan reminds us that the way in which we think about ourselves and what happens to us has the power to change us, that when we believe in our power, when we bring our experiences to their highest potential, we are embracing that great capacity that we have as the incredible creative beings that we are. The number Oxib’ (3) reminds us that we are the architects of our reality, that what we do and the change we experience in our being is what we become, that we are our abundance, our healing, our love, our kindness…
La trecena de Aq’ab’al nos habla del gran potencial que existe en la mas profunda oscuridad y en la mas clara luz, pues ambas energías son necesarias una para la otra, se complementan, y ambas forman parte de nosotros para hacernos esos seres completos y perfectos que somos. Aq’ab’al nos recuerda que la luz y la oscuridad son, cada una a su manera, poderosas maestras, no hay nada malo en ninguna de ellas. Hoy la energía de Kan, el Ch’umil que eleva todo a su mayor potenicial, nos hace conscientes del crecimiento que surge de nuestras emociones, de nuestra energía, de la forma en que precibimos las cosas. Kan nos recuerda que la manera en que pensamos de nosotros y de lo que nos sucede tiene el poder de cambiarnos, que cuando creemos en nuestro poder, cuando llevamos nuestras experiencias a su mayor potencial, estamos abrazando esa gran capacidad que tenemos como los increíbles seres creativos que somos. El número Oxib’ (3) nos recuerda que somos los arquitectos de nuestra realidad, que lo que hacemos y el cambio que experimentamos en nuestro ser es en lo que nos convertimos, que somos nuestra abundancia, nuestra sanación, nuestro amor, nuestra gentileza…
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