A healer is one who has had the courage to work in the darkest part of his being to awaken and rise from his deepest fears, emerging from there with a strength and wisdom that will allow him to give wise advice, to accompany with empathy and love, for he or she knows the shadows. Let us be grateful today for the strength that has allowed us to heal, for the people and elements that have inspired us to travel the journey of healing, for the wisdom that has transformed our pain into medicine.
Tijax is the power of obsidian, of the double-edged knife that with one side removes the negative forces, cleanses and purifies, and with the other opens new paths, new spaces towards the unexplored. The elders say that the Creator gave us the power of Tijax so that its strength and wisdom could support us in our process of healing and cleansing, of opening new paths that lead us to our perfect destiny, of breaking that which limits us so that we can open our vision and be able to unveil the true reality, to discover our inner power. Tijax brings the energy of thunder and lightning, it is the power of the warriors and diviners, the wisdom of the healers. It is tectonic movement, the force and expression of the earth, the energy that provokes changes. This Ch’umil teaches us that darkness and light are interconnected, that there is always a little of one in the other, that this is the balance of life. Number 10 is a channel of connection that brings us closer to the wisdom of the universe and nature. When we manage to activate the power of this number we obtain a strength that gives us the impulse we need to achieve whatever we set out to accomplish.
Un sanador es quien ha tenido el valor de trabajar en la parte más oscura de su ser para despertar y elevarse desde sus miedos más profundos, surgiendo desde ahí con una fortaleza y sabiduría que le permitirá dar un consejo sabio, acompañar con empatía y amor, pues conoce las sombras. Agradezcamos hoy la fuerza que nos ha permitido sanar, las personas y elementos que nos han inspirado a transitar el viaje de la sanación, la sabiduría que ha convertido nuestro dolor en medicina.
Tijax es el poder de la obsidiana, del cuchillo de doble filo que con un lado retira las fuerzas negativas, limpia y purifica, y con el otro abre nuevos caminos, nuevos espacios hacia lo inexplorado. Dicen los abuelos que el Creador nos otorgó el poder de Tijax para que su fuerza y sabiduría nos apoyen en nuestros procesos de sanar y limpiarnos, de abrir nuevas sendas que nos conduzcan hacia nuestro destino perfecto, de romper aquello que nos limita para abrir nuestra visión y poder desvelar la verdadera realidad, para descubrir nuestro poder interno. Tijax trae la energía del trueno y el rayo, es el poder de los guerreros y adivinos, la sabiduría de los sanadores. Es el movimiento tectónico, la fuerza y expresión de la tierra, la energía que provoca los cambios. Este Ch’umil nos enseña que la oscuridad y la luz están interconectadas, que siempre hay un poco de una en la otra, es el balance de la vida. El número 10 es un canal de conexión que nos acerca a la sabiduría del universo y de la naturaleza. Cuando logramos activar el poder de este número obtenemos una fortaleza que nos da el impulso que necesitamos para alcanzar cualquier cosa que nos propongamos.
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